Descripción
Tiracordal de Kevlar
Desde su invención por la eminente científica Stephanie Kwolek en 1965 el Kevlar es una fibra sintética de las más fuertes que existen, dependiendo del tratamiento que se le dé puede ser usado para la fabricación de textiles y cuerdas de gran resistencia, hasta cascos, chalecos antibalas y también en aplicaciones aeronauticas y espaciales.
Antaño, los tiracordales de los instrumentos de cuerda se hacían con tripa, lo cual siempre había un alto riesgo de rotura puesto que este material con los años suele resercarse y volverse quebradizo, además, al ser un material orgánico se afectaban sus características según el clima, haciendo que el instrumento cambie su sonoridad e incluso haciendolo más difícil poder tocarlo de forma estable.
En la década de los 50, Sacconi introdujo el primer gran adelanto en resolver el problema del tiracordal, un cable de Nylon con roscas a los extremos y un par de tuercas, solución que hoy día sigue siendo la más usada por ser seguro, eficiente y sencillo de aplicar. Con la ligera desventaja que al ser un material rígido, el cordal no vibra libremente, haciendo en algunos casos que el sonido del instrumento se vuelva un poco «apagado», con menos proyección.
Desde hace unos pocos años el cordón de Kevlar ha significado un gran descubrimiento a la hora de mejorar el sonido y la proyección de los instrumentos de cuerda, pues esta cuerda de gran resistencia (nuestro kevlar para violín y cello aguanta hasta 200 kilos de tensión), logra que el cordal vuelva a vibrar libremente, haciendo que el instrumento cobre una mayor vida en su sonido.
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